Journaling

Faltan pocos días para que acabe el año, y hoy he llegado a la conclusión de que la humanidad se transforma a través de la muerte.

Pintar y decorar nuestros cuerpos ha sido una práctica tan antigua como nuestra existencia. Hasta el día de hoy, nos expresamos a través de la ropa que usamos, los accesorios que nos complementan, el maquillaje que resalta nuestros rasgos y los tatuajes que llevamos en la piel.

Donde pones tu atención va tu energía, tu coraje, tu transformación y tu progreso. Se trata de la energía que dedicas todos los días, en cada acción e interacción.

Soy el creador de la vida que quiero vivir. Dentro de mí hay todo lo que necesito para brillar, mi verdadero yo y mi intuición son la fuerza de energía creativa dentro de mí que espera ser reconocida.

¿Qué es el poder personal? Es la capacidad que tiene cada persona de ser el creador de su propia vida, al vivir conscientemente en la elección de lo que quiere vivir y manifestar.

Solo porque alguien haya decidido llamar a nuestra «locura», ya no nos detenemos a ver a la persona detrás de la imagen que se ha creado para navegar por la sociedad.

Cuando la vida se encarga reiteradamente de desbaratar cada construcción de tu persona, de tu ego, es cuando la única opción que queda es recoger los pedazos rotos de lo que sabías de ti mismo, existe la posibilidad de empezar a construir otra realidad.

A través de la meditación, mi creatividad y el yoga, he encontrado el soporte vital y la transformación de mi vida. Estar cerca de la naturaleza, realizar actividades que llenen mi vida de empoderamiento personal, conciencia y actividades físicas de movimiento y reconocimiento de mi cuerpo, me brindaron el espacio para la transformación activa de mi realidad. Como resultado, estaba dejando atrás lo que me identificaba en la vida, para poder conectarme con mi verdad, mi luz personal y mi esencia

Y darme cuenta de que soy el primero al que tengo que dejar ir, aunque esto signifique luto, desapego y la sensación de profundo dolor por dejar lo conocido, sin tener que volver a los lugares donde encontré «protección».